lunes, 4 de mayo de 2009

Entre Nos

Estaban con frío. Enfustados. Entraron de noche. ¡Una helada!; dicen que cortaron alambres. No llevaron los perros. En pleno campo y en el oscuro. Llevaron cuchillos, lazos, tenazas. El pastizal estaba blanco de escarcha. Encontramos la osamenta.
Por los vecinos del campo lindante no entraron. Eran cuatreros, unos tres. Entraron por el campo que limita con la ruta. No pudieron hacer pasar los animales. Tuvimos suerte que no pudieron llevarse el ganado. No arriaron. Igual gritaron. Dos hebras de alambre cortaron. Ese alambre había que renovarlo. Estaba viejo. Sí, así es. Estaba viejo. Los vecinos escucharon tropel.
Aflojaron postes. Estaban flojos. ¡De qué año estarán!; comidos al ras. No pudieron sacar el ganado. Alguna cosa les pasó. El diablo mete la cola. Enlazaron una vaca pampa. Hay huellas de camioneta a un kilómetro. Nos enteramos a los dos días. Frutos avisó. Él andaba metido. La vaca pampa era mansita. La embramaron en un árbol y a tierra. Chau vaca. Era lechera. La dejamos en el campo porque recién había parido. Estaba muy flaca. Para que coma, para que haga leche. Tenía una ternera de meses.
Pero con los cuatreros es así. Hice la denuncia. Conmigo no se jode. Con nosotros no se jode. El diablo sabe por diablo pero más sabe por viejo. Frutos está preso. Encontraron un cuero en su patio. Declaró ayer al mediodía. Soy inocente, fueron marcianos. Lo trasladaron al juzgado de Pergamino. El diablo mete la cola pero más sabe por viejo. Tengo un amigo allá. Una buena laceada le va a dar de escarmiento. Le prometí por ese favor una guachita pampa. Visité a Frutos. Me juró su hambre.


by quininto

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